[ES] “El Museo Arqueológico Nacional tiene uno de los más preciados tesoros arqueológicos de la provincia de Jaén. Se trata del conocido como “Oso de Porcuna”.
Una escultura de época ibera que data del siglo I a. C y esta catalogada como perteneciente a la protohistoria. que fue elaborada por el pueblo túrdulo a base de materiales pétreos como la caliza, y que fue encontrada en un yacimiento arqueológico de este municipio más exactamente en la calle del Sepulcro, Porcuna (Campiña del Norte, Jaén)
El oso, un animal de tipo funerario, está sentado y tiene levantada la pata delantera izquierda, que combina el tema clásico del herma (pilastra rematada en cabeza humana). Posee un tamaño de 70 cm de ancho, 32 cm de grosos y 79 cm de altura. Esta pieza está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid, desde el año 1928 junto a diversas esculturas del periodo ibérico procedentes de otros puntos del territorio español. La escultura, que presenta influencias romanas, había sido descubierta en Porcuna en el año 1926 y en la actualidad, el propio Museo Arqueológico Nacional la encuadra dentro de los Tesoros del museo, lo que habla de la gran importancia histórica que tiene esta pieza.
Significado
Una forma de vencer a tus rivales (naturales o humanos) es convertirlos en aliados. Ese mismo hizo el hombre con el lobro, el león o el oso, rivales naturales del hombres, competidores por el espacio y las presas.
El oso, enemigo ancestral el hombre, pero también venerado (casi como un dios si aceptamos la existencia en la prehistoria del culto al oso de las cavernas) acaba convertido en defensor y protector de las espacios humanizados; palacios, templos o necrópolis.
A la altura de las culturas más desarrolladas de su tiempo, las esculturas ibéricas nada tienen que envidiar a las realizadas en otros lugares del Mediterráneo. Fiereza y fuerza animal, el plantígrado con su garra atrapa a un hombre, un enemigo que metió las narices donde no debía.
La escultura une un elemento constructivo de origen itálico, el pilar con una cabeza retraro, y la iconografía ibérica de carácter funerario con un animal que apoya su garra sobre una cabeza humana.”
(Fuente)
[EN] “The National Archaeological Museum houses one of the most precious archaeological treasures in the province of Jaén. It is known as the "Porcuna Bear."
This Iberian-era sculpture dates back to the 1st century BC and is classified as belonging to prehistoric times. It was crafted by the Turdu people using stone materials such as limestone and was found at an archaeological site in this municipality, more specifically on Calle del Sepulcro, Porcuna (Campiña del Norte, Jaén).
The bear, a funerary animal, is seated with its left front paw raised, which combines the classical theme of the herma (a pilaster topped with a human head). It measures 70 cm wide, 32 cm thick, and 79 cm high. This piece has been on display at the National Archaeological Museum of Spain in Madrid since 1928, along with various sculptures from the Iberian period from other parts of Spain. The sculpture, which displays Roman influences, was discovered in Porcuna in 1926, and the National Archaeological Museum itself now includes it among the museum's Treasures, which speaks to the great historical importance of this piece.
Meaning
One way to defeat your rivals (natural or human) is to turn them into allies. Man did the same with the wolf, the lion, and the bear, natural rivals of humans, competitors for space and prey.
The bear, an ancestral enemy of man, but also venerated (almost like a god if we accept the existence of the cave bear cult in prehistory), eventually became the defender and protector of humanized spaces: palaces, temples, or necropolises.
On par with the most developed cultures of its time, Iberian sculptures have nothing to envy of those made in other parts of the Mediterranean. Ferocious and animal-like, the plantigrade with its claw catches a man, an enemy who poked his nose where he shouldn't.
The sculpture unites a construction element of Italic origin, the pillar with a portrait head, and Iberian funerary iconography with an animal resting its claw on a human head.”
(Source)