[ES] Amadores es el lugar donde la tranquilidad asalta a aquellos viajeros que deciden pasar sus vacaciones en este rincón escondido de Mogán. Los expertos lo definen como “el síndrome del gran descanso”.
Una playa artificial de arena blanca de unos 500 m de longitud donde el sol, un océano de color azul turquesa y un mar de aguas calmadas son la tónica de sus días.
Ideal si viajas en familia, esta pequeña playa ubicada entre los riscos es el lugar favorito de los niños, donde se divierten haciendo castillos de arena durante las interminables jornadas de verano.
En la playa de Amadores no resulta difícil ver transitar barcos de pesca o pequeños veleros dejando su estela a través del océano. Dos diques protegen la playa de Amadores del oleaje: El Morro de los Tanquillos y la Punta del Bufadero, siendo una opción ideal para todos aquellos que buscan relajarse a la orilla del mar.
Sus múltiples servicios, la playa de Amadores cuenta con una amplia oferta de restauración y comercios a pie de playa. Además, esta playa dispone de sillas adaptadas, boyas y pasarelas para facilitar el acceso al baño de las personas con movilidad reducida.
La playa de Amadores está conectada con el núcleo de Puerto Rico a través de un paseo marítimo de alrededor de un kilómetro de longitud que se puede recorrer a pie cómodamente.
Sin duda, una playa que te hará caer en el síndrome del gran descanso. Tan solo querrás ver pasar los días de sol nadando en el mar tranquilo que toca la costa de la playa de Amadores.
Piénsatelo dos veces, porque el mundo va demasiado deprisa fuera de aquí… fuera de la playa tranquila.
(Fuente)
[EN] Are you a stock broker? Then coming on holidays to Amadores, in southern Gran Canaria, is perhaps not the best choice for you. You may fall victim to everlasting tranquillity, a kind of tranquillity that overcomes those who come to holiday on Amadores Beach, in southern Gran Canaria. Experts know it as the “big repose syndrome”.
There are stock traders who after spending their holidays here never closed a single deal ever again. They were scarred by the effects of the big repose syndrome that gets many of those who spend their summer on Amadores Beach.
Are you a hurdle runner? Then perhaps you should not come and spend your holidays in Amadores either. You will be struck with the “do not rush me” syndrome. You will start to only wish to spend your days under the sun, and swim in the gentle sea that ripples up to the shores of Amadores Beach.
There were hurdle runners who never ran a single decent race ever again. Their frame of mind was changed. They decided to jump over the hurdles in slow motion, without haste. Once back home, they could only think of swimming peacefully, of sunbathing, of diving, of having lunch, dinner, and even tea by the sea, without worrying too much, without rushing around. Such is the effect of holidays in Amadores.
So think twice. The world is in so much haste everywhere else… in fact, as soon as you hit the curve and leave this quiet beach behind.
(Source)