Mediante el expresionismo figurativo, el artista hace un homenaje a la profesión del aguador en Granada, un oficio que pervivió desde el siglo XI hasta mediados del siglo XX.
La escultura está realizada en bronce a tamaño natural y representa al típico personaje rudo y pobre, con la ropa hecha jirones. Le cubre la cabeza un sombrero que hace recordar a los bandoleros del siglo XIX. El aguador porta un vaso en la mano izquierda, con el que ofrece agua por las calles, y va acompañado de un burro cargado a cada lado de damajuanas.
El conjunto está colocado sobre una plataforma adoquinada, que cubre, lo que en los años 80 fue una fuente, punto de encuentro de los amantes del hip hop, que lo llamaban el «Hexágono».
El aguador o aguaor, ha sido a lo largo de la historia un oficio de enorme trascendencia en Andalucía y en buena parte de España. Su actividad consistía en la venta ambulante de agua en la ciudad, tanto a los viandantes como suministrándola a las casas que no disponían de agua. En estas viviendas era habitual tener una o varias vasijas donde se almacenaba el agua.
Los aguadores con ayuda de burros acarreaban el agua en grandes tinajas de barro, metal o vidrio, que ponían dentro de serones. Para mantener el agua fresca solían mojar los serones de esparto.
Through figurative expressionism, the artist pays homage to the profession of the water carrier in Granada, a trade that survived from the 11th century to the mid-20th century.
The sculpture is made of life-size bronze and represents the typical rude and poor character, with his clothes in tatters. A hat covers his head that reminds us of the bandits of the 19th century. The water carrier carries a glass in his left hand, with which he offers water through the streets, and is accompanied by a donkey loaded on each side with demijohns.
The set is placed on a cobbled platform, which covers what in the 80s was a fountain, a meeting point for hip hop lovers, who called it the "Hexagon".
The water carrier or aguaor, has been throughout history a trade of enormous importance in Andalusia and in a good part of Spain. His activity consisted of the street sale of water in the city, both to pedestrians and supplying it to houses that did not have water. In these houses it was common to have one or several vessels where the water was stored.
The water carriers with the help of donkeys carried water in large clay, metal or glass jars, which they placed inside serones. To keep the water fresh they used to wet the esparto grass.
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