La dedicación a los mártires hace referencia al dato que afirma la hagiografía cristiana, según el cual las termas de Diocleciano fueron construidas con el trabajo de cristianos hechos esclavos. El ímpetu para la dedicación a los ángeles fue generado por el relato de una visión del Arcángel Uriel experimentada en las ruinas de los baños termales de Diocleciano en 1541 por el monje siciliano, Antonio del Duca.
El edificio fue diseñado en 1562 por Miguel Ángel sobre la base del aula central de las Termas, a solicitud de papa Pío IV y del sacerdote siciliano Antonio del Duca.
Nave central de la basílica.
Miguel Ángel se limitó a recubrir algunos muros y a restaurar un aula del tepidarium, creando así un edificio eclesiástico del todo particular: dilatado de modo lateral en vez de longitudinalmente. El ingreso a la iglesia se hace a través de un vestíbulo circular, también de origen romano, y termina en un profundo presbiterio, donde se encuentra el coro de los cartujos, a quienes se confió esta iglesia una vez terminada.
Durante el siglo xviii se realizaron los trabajos de Luigi Vanvitelli (1750), quien decoró el sobrio interior de Miguel Ángel según el estilo de la época y se encargó de transportar a Santa María de los Ángeles los grandes retablos de altar de la basílica de San Pedro en el Vaticano, en donde habían sido reemplazados por copias hechas en mosaico con el fin de conservarlos mejor (estaban amenazadas por la humedad).
De este modo, Santa María de los Ángeles se transformó en una rica pinacoteca con obras del siglo xvi al siglo xviii, entre ellas el Martirio de San Sebastián de Domenichino, la Caída de Simón el Mago de Pompeo Batoni, el Bautismo de Jesús de Carlo Maratta, y la Misa de San Basilio de Pierre Subleyras. En el transepto se encuentra un retablo de Giovanni Odazzi.
En esta iglesia se encuentran enterrados Salvator Rosa, Carlo Maratta, Armando Diaz, Paolo Emilio Thaon de Revel y Pío IV. Actualmente se suele utilizar para funerales de estado o personajes del ejército italiano.
The dedication to the martyrs refers to the information affirmed by Christian hagiography, according to which the baths of Diocletian were built with the work of Christians made slaves. The impetus for the dedication to the angels was generated by the account of a vision of the Archangel Uriel experienced in the ruins of Diocletian's thermal baths in 1541 by the Sicilian monk, Antonio del Duca.
The building was designed in 1562 by Michelangelo based on the central classroom of the Baths, at the request of Pope Pius IV and the Sicilian priest Antonio del Duca.
Central nave of the basilica.
Michelangelo limited himself to covering some walls and restoring a classroom in the tepidarium, thus creating a completely unique ecclesiastical building: dilated laterally instead of longitudinally. The entrance to the church is through a circular vestibule, also of Roman origin, and ends in a deep presbytery, where the choir of the Carthusians is located, to whom this church was entrusted once it was finished.
During the eighteenth century the works of Luigi Vanvitelli (1750) were carried out, who decorated the sober interior of Michelangelo according to the style of the time and was in charge of transporting to Santa María de los Ángeles the great altarpieces of the basilica of San Peter in the Vatican, where they had been replaced by mosaic copies in order to preserve them better (they were threatened by humidity).
In this way, Santa María de los Ángeles became a rich art gallery with works from the 16th to the 18th centuries, including the Martyrdom of Saint Sebastian by Domenichino, the Fall of Simon the Magician by Pompeo Batoni, the Baptism of Jesus by Carlo Maratta, and the Mass of Saint Basil by Pierre Subleyras. In the transept there is an altarpiece by Giovanni Odazzi.
Salvator Rosa, Carlo Maratta, Armando Diaz, Paolo Emilio Thaon de Revel and Pius IV are buried in this church. Currently it is usually used for state funerals or personalities of the Italian army.
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