El que fuera Convento de San Agustín se levanta en el frente norte del pueblo viejo de Belchite, ocupando uno de los lados de la plaza a la que da nombre. Como dato curioso, hay que decir que la construcción rebasaba en parte el límite primitivo del pueblo, ya que la acequia que sirve como tal al mismo pasa justamente por debajo del primer tramo de la iglesia y cruza el espacio de lo que fue el claustro.
El convento es obra de finales del siglo XVI, cuando los agustinos se trasladan a la villa desde su residencia junto al Santuario de la Virgen del Pueyo. Vicente Blasco de Lanuza dice en su “Historia de Aragón eclesiástico y secular” que en el siglo XIII los ermitaños de San Agustín poseyeron un monasterio contiguo a la ermita de la Virgen del Pueyo. Los frailes tenían la custodia de la Virgen y la administración de sus bienes, hasta 1597 en que se trasladan al nuevo edificio.
El convento quedó abandonado en el siglo XIX con motivo de la Desamortización de Mendizábal, aunque la iglesia siguió abierta al culto hasta la revolución de 1868 que originó la caída de la reina Isabel II. En 1869 parte del convento y de la iglesia se incendió, lo que ocasionó graves daños en el conjunto. De 1887 a 1890 la iglesia se restauró por iniciativa de mosén Felipe Ayala y con la aportación económica de los vecinos del pueblo. Finalmente, durante la Guerra Civil de 1936-39 la iglesia, al igual que el resto de la villa, sufrió gravísimos daños, aunque entre 1939 y 1945 se volvió a rehabilitar para su uso como parroquia del pueblo nuevo hasta que se terminó la construcción de la iglesia nueva. Aún se utilizó para el culto público hasta 1964, año en que se terminó el traslado de los belchitanos al nuevo Belchite, quedando a partir de entonces definitivamente abandonada.
De todo el conjunto, lo único que resta en la actualidad es la iglesia que, debido a su abandono, al expolio de las tejas y otros materiales, a lo efímero de los materiales empleados en su construcción, tapial y adobe, al vandalismo y a la indiferencia de la Administración, presenta un estado ruinoso, al igual que la cercana iglesia de San Martín, algo que de no remediarse terminará con la pérdida total del edificio. Es posible que, con la reciente implicación del Ayuntamiento de la localidad en la conservación del pueblo viejo, al menos se proceda a consolidar lo conservado.
Aun cuando el traslado de la Comunidad se produce en 1597, la construcción de la iglesia y su torre-campanario es bastante más tardía, ya que son de estilo claramente barroco. La torre es la parte más interesante del conjunto. Aunque su estilo es plenamente barroco todavía conserva cierto sabor mudéjar, algo frecuente en tierras aragonesas, y que demuestra lo arraigado que estaba este estilo en la Comunidad.
De tipo mixto con una base de 5 metros y una altura de 32, se divide al exterior en tres cuerpos, los dos primeros de planta cuadrada y el tercero octogonal. Sobre un basamento de piedra sillar, se levanta el primer cuerpo con decoración de tipo geométrico a base de ladrillo resaltado. En cada uno de los muros visibles se dibujan tres paños ornamentales. Un cuadrado central que forman un gran rombo y cuatro triángulos en sus esquinas, con un círculo rehundido en su centro. Los paños superior e inferior son rectangulares a base de una combinación de cuadrados y rectángulos resaltados. El segundo cuerpo es también de planta cuadrada con las esquinas curvas y molduras de claro estilo barroco. La parte de los contrafuertes del basamento se rellena con una línea de esquinillas en vertical. Encima abre en cada paño un alargado vano en arco de medio punto para cobijar las campanas.
The former Convent of San Agustín stands on the north front of the old town of Belchite, occupying one of the sides of the square to which it gives its name. As a curious fact, it must be said that the construction partly exceeded the original limit of the town, since the ditch that serves as such passes just below the first section of the church and crosses the space that was the cloister.
The convent is the work of the end of the 16th century, when the Augustinians moved to the town from their residence next to the Sanctuary of the Virgen del Pueyo. Vicente Blasco de Lanuza says in his "Ecclesiastical and Secular History of Aragon" that in the 13th century the hermits of San Agustín owned a monastery next to the hermitage of the Virgen del Pueyo. The friars had custody of the Virgin and the administration of her property, until 1597 when they moved to the new building.
The convent was abandoned in the 19th century due to the Confiscation of Mendizábal, although the church remained open for worship until the 1868 revolution that caused the fall of Queen Isabel II. In 1869 part of the convent and the church caught fire, which caused serious damage to the complex. From 1887 to 1890 the church was restored at the initiative of Mosen Felipe Ayala and with the economic contribution of the town's residents. Finally, during the Civil War of 1936-39 the church, like the rest of the town, suffered very serious damage, although between 1939 and 1945 it was rehabilitated again for use as a parish church for the new town until the construction of the church was finished. the new church. It was still used for public worship until 1964, the year in which the transfer of the Belchitanos to the new Belchite was completed, and from then on it was definitively abandoned.
Of the entire complex, the only thing that remains today is the church which, due to its abandonment, the looting of the tiles and other materials, the ephemeral nature of the materials used in its construction, mud wall and adobe, vandalism and the Indifference of the Administration, it presents a dilapidated state, like the nearby church of San Martín, something that if not remedied will end with the total loss of the building. It is possible that, with the recent involvement of the town council in the conservation of the old town, at least proceed to consolidate what has been preserved.
Even though the transfer of the Community occurs in 1597, the construction of the church and its bell tower is much later, since they are clearly Baroque in style. The tower is the most interesting part of the set. Although its style is fully Baroque, it still retains a certain Mudejar flavor, something common in Aragonese lands, and which shows how deeply rooted this style was in the Community.
Of mixed type with a base of 5 meters and a height of 32, it is divided on the outside into three bodies, the first two square and the third octagonal. On a base of ashlar stone, the first body rises with geometric type decoration based on highlighted brick. Three ornamental panels are drawn on each of the visible walls. A central square that forms a large rhombus and four triangles at its corners, with a recessed circle in its center. The upper and lower panels are rectangular based on a combination of highlighted squares and rectangles. The second body is also square in plan with curved corners and moldings in a clear Baroque style. The part of the buttresses of the basement is filled with a line of vertical corners. Above, in each cloth, there is an elongated opening in a semicircular arch to shelter the bells.
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