El 1999 se cometió un terrible crimen en la Masía conocida como “Las Vaquerizas”, en la localidad alicantina de Benifallim.
Los agentes forestales alertados por el fuego acudieron a la casa donde se encontraron con un triple crimen. Se trataba de Elvira Monllor, la dueña de la propiedad, Francisco Miró, su tío, y Rigoberto Luis Esteve, un empleado de la finca.
Tras las investigaciones policiales, la guardia civil centró su atención en Francisco Gómez Simón, un joven residente en Alcoy que trabajaba en la masía. Tras interrogarlo el joven se autoinculpó y relató los fatídicos hechos ocurridos.
El 20 de agosto, Francisco Gómez Simón se dirigía a las Vaquerizas y ya dentro de la finca le entraron ganas de orinar, así que sin dudarlo lo hizo. Elvira Monllor, que se encontraba en ese momento cerca, se percató y comenzaron a discutir. Francisco cogió un rastrillo y la golpeó en la cabeza hasta dejarla sin vida.
Rigoberto alertado por los gritos de Elvira acudió a su auxilio y también fue atacado por Francisco, golpeándole con el rastrillo en la cabeza.
Mientras arrastraba los cuerpos sin vida y maniatados para esconderlos en las cuadras fue sorprendido por Francisco Miró, tio de Elvira, que acudía cada día a ver a su sobrina. Este hombre de 75 años de edad fue su tercera y última víctima.
Se dice que en algún lugar de la masía había 400 millones de las antiguas pesetas pero nunca han sido hallados.
Lo que nunca se descubrió, fue quien o que provocó el incendio que acabo con el granero, donde estaban los tres cadáveres, y alertó a los guardas forestales.
Francisco Gómez se declaró culpable de los tres crímenes, pero nunca reconoció el haber provocado el incendio.
LA LEYENDA:
¡El impacto de negatividad del lugar es brutal! Se queda inpregnado de un aura malevola mucho tiempo, y mas cuando se trata de tres muertes violentas...
Cuentan los habitantes del pueblo que de vez en cuando se oyen gritos provenientes de aquel lugar, pero si eso no era suficiente, aun se ven los restos de la masia que quedaron presas de las llamas.