La primera fundación en Antequera de los Franciscanos Terceros fue en el año 1519, en un lugar conocido como las Suertes. Allí empezó a ser muy venerada la pequeña imagen de la Virgen de los Remedios que fue nombrada Patrona de la ciudad en 1546. A consecuencia de lo alejado del emplazamiento del monasterio y al aumento del culto hacia la escultura, los frailes se animaron a trasladarse a Antequera en al año 1607. Las obras de la actual Iglesia de los Remedios se iniciaron en el año 1628, siendo dirigidas por los maestros Gonzalo Yáñez y Fernado de Oviedo. Al primero le debemos la construcción de los muros del templo hasta la altura del tejado. Fernado de Oviedo se encargó de la molduración arquitectónica interior así como de las cubiertas. La fachada presenta una disposición original, estando precedida de una tapia que cierra el compás con un claro carácter manieristaLa portada propiamente dicha es bastante sencilla, destacando en ella una logia o pórtico, cuyo tejadillo apoya en columnas toscanas, mediante tres arcos de medio punto. La bellísima espadaña, que está realizada totalmente en piedra, fue levantada por el maestro cantero Pedro de Arévalo. La planta de la Iglesia es de cruz latina, con naves y capillas laterales, presentando cabecera plana. La nave central, más alta que las laterales, se cubre con bóveda de medio cañón, dividida en cinco tramos. La cúpula del crucero es de media naranja rematada en cupulino. Las pinturas al temple cubren todo el templo. Los temas iconográficos del crucero hacen referencia a pasajes de la Vida de la Virgen, San Antonio y de San José. El retablo mayor de esta Iglesia, uno de los más bellos de los existentes en Antequera, construido en el primer tercio del siglo XVIII, es obra del estuquista y entallador antequerano Antonio Rivera. Su esquema compositivo participa del habitual de José de Churriguera. Detrás del retablo se sitúa el magnífico camarín de la Virgen de los Remedios, realizado entre los años 1700 y 1707. Su planta es hexagonal y se cubre con bóveda semiesférica sobre pechinas, rematando el conjunto un cupulino. Este espacio está profusamente decorado con yeserías. Centrando el recinto se encuentra el templete coronado o trono de la Virgen. La escultura de la Patrona es obra de principios del siglo XVI, aunque fue objeto de una profunda transformación en el año 1816 por el escultor antequerano Miguel Márquez García. Coronada en 1922 es Alcaldesa Perpetua de la ciudad. En los retablos colaterales del crucero, se pueden ver las esculturas de San José y San Antonio, obras de Andrés de Carvajal. Otra obra muy interesante de este autor es el grupo escultórico de la Virgen de los Ángeles, que se encuentra en el retablo frontero a la puerta de la sacristía. Entre las capillas de la nave del Evangelio merece destacar el camarín rococó que ocupa la Virgen del Tránsito. En la nave de la epístola interesa detenerse en el Cristo de las Suertes, obra del siglo XVI. También, en el gran lienzo que reproduce la escena de La entrega de la Virgen de los Remedios a fray Martín de las Cruces por el apóstol Santiago.
The first foundation in Antequera of the Third Franciscans was in the year 1519, in a place known as Las Suertes. There, the small image of the Virgen de los Remedios began to be highly venerated and was named Patron Saint of the city in 1546. As a result of the remoteness of the location of the monastery and the increase in the cult of sculpture, the friars were encouraged to move to Antequera in the year 1607. The works of the current Church of Los Remedios began in the year 1628, being directed by the teachers Gonzalo Yáñez and Fernado de Oviedo. To the first we owe the construction of the walls of the temple up to the height of the roof. Fernando de Oviedo was in charge of the interior architectural molding as well as the roofs. The façade presents an original arrangement, being preceded by a wall that closes the compass with a clear Mannerist character. The doorway itself is quite simple, highlighting a loggia or portico, whose roof rests on Tuscan columns, through three semicircular arches. The beautiful belfry, which is made entirely of stone, was built by the master stonemason Pedro de Arévalo. The plant of the Church is a Latin cross, with naves and side chapels, presenting a flat head. The central nave, higher than the lateral ones, is covered with a half-barrel vault, divided into five sections. The dome of the transept is half orange topped with cupulino. Tempera paintings cover the entire temple. The iconographic themes of the transept refer to passages from the Life of the Virgin, Saint Anthony and Saint Joseph. The main altarpiece of this Church, one of the most beautiful existing in Antequera, built in the first third of the 18th century, is the work of the Antequera stucco and carver Antonio Rivera. His compositional scheme is part of the usual one by José de Churriguera. Behind the altarpiece is the magnificent chapel of the Virgen de los Remedios, made between 1700 and 1707. Its plan is hexagonal and it is covered with a hemispherical vault on pendentives, topping off the set with a dome. This space is profusely decorated with plasterwork. Centering the enclosure is the crowned temple or throne of the Virgin. The sculpture of the Patron Saint is a work from the beginning of the 16th century, although it underwent a profound transformation in 1816 by the sculptor Miguel Márquez García from Antequera.
Crowned in 1922, she is Perpetual Mayor of the city. In the collateral altarpieces of the transept, you can see the sculptures of San José and San Antonio, works by Andrés de Carvajal. Another very interesting work by this author is the sculptural group of the Virgen de los Ángeles, found in the front altarpiece at the door of the sacristy. Among the chapels of the nave of the Gospel, it is worth highlighting the rococo dressing room that the Virgen del Tránsito occupies. In the nave of the epistle, it is interesting to stop at the Cristo de las Suertes, a work from the 16th century. Also, in the large canvas that reproduces the scene of the delivery of the Virgen de los Remedios to Fray Martín de las Cruces by the Apostle Santiago.
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